USOIL: Gráfico diario
Los recortes previstos de la oferta de crudo por parte de Arabia Saudí y Rusia apoyaron al mercado. El viernes pasado, el petróleo subió alrededor de un 3% y alcanzó un máximo de nueve semanas, con ganancias semanales de alrededor del 5%, ya que la preocupación por la oferta y las compras técnicas pesaron más que el temor a que nuevas subidas de tipos frenen el crecimiento económico y reduzcan la demanda de petróleo. Sin embargo, los precios del petróleo cayeron en las primeras operaciones asiáticas del lunes, ya que los operadores podrían mostrarse cautelosos ante el IPC estadounidense y la serie de datos económicos de China de esta semana.
Los dos mayores exportadores de petróleo del mundo, Arabia Saudí y Rusia, se comprometieron a intensificar los recortes de suministro en agosto. Arabia Saudí ampliará a agosto su recorte de producción de 1 millón de barriles diarios (bpd), y Rusia reducirá las exportaciones de crudo en 500.000 bpd. En lugar de recortar la producción, Rusia utilizará el crudo para producir más combustible con el fin de satisfacer la demanda interna, según declaró una fuente gubernamental a Reuters el pasado viernes.
Los recortes de Arabia Saudí están aliviando su exceso de petróleo, ya que el almacenamiento flotante frente al puerto egipcio de Ain Sukhna, en el Mar Rojo, se ha reducido casi a la mitad, hasta 10,5 millones de barriles, desde mediados de junio, según datos de la empresa de análisis petrolero Vortexa a 7 de julio.
Los analistas de JP Morgan señalaron que la oferta de los países no pertenecientes a la OPEP+ ha estado a la altura de la demanda mundial, y añadieron que la OPEP+ necesita profundizar sus recortes en otros 700.000 bpd en la segunda mitad del año, además de las reducciones anunciadas, y prolongarlas hasta 2024.
El último informe sobre el empleo en EE.UU. indica que los salarios siguen creciendo a un ritmo constante y que se ha producido un pequeño descenso de la tasa de desempleo. Estos factores llevarán probablemente a la Reserva Federal a seguir adelante con su plan de subir los tipos de interés durante la reunión de julio.
Esta semana, los inversores estarán muy atentos a la publicación de los datos sobre la inflación en Estados Unidos, prevista para el miércoles. Se espera que la tasa de inflación interanual de junio sea del 3%, frente al 4% del mes anterior. Por su parte, la inflación subyacente interanual se situaría en el 5%, ligeramente por debajo del 5,3% del mes pasado. Estos datos influirán en la reunión de julio del FOMC. Si la inflación subyacente interanual de junio se mantiene en el 5,3%, el mercado anticipará una subida de tipos de 25 puntos básicos. Sin embargo, si la tasa de inflación es significativamente superior a la del mes pasado, podría esperarse una subida más agresiva, de 50 puntos básicos, lo que provocaría temor económico y presión sobre el precio del petróleo.