Los mercados bursátiles mostraron debilidad el martes tras la última ronda de aranceles entre China y EE.UU.
SPX 500 – Gráfico diario
El SPX 500 ha encontrado una clara resistencia en torno al nivel de 6,100 y podría intentar volver a probar la línea de soporte de la tendencia alcista. Un movimiento por encima de 6,100 podría iniciar un nuevo tramo alcista si surge un catalizador real.
Los aranceles con China representan un problema para la economía mundial, y ahora Europa también entra en la disputa. El presidente Donald Trump firmó el lunes una orden para imponer aranceles globales del 25% sobre todas las importaciones de acero y aluminio. Esta medida beneficiaría a los productores nacionales, pero perjudicaría a aliados como Canadá y México.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que los aranceles eran impuestos y que eran “malos para los negocios y peores para los consumidores”, advirtiendo que los “aranceles injustificados sobre la UE no quedarán sin respuesta: desencadenarán contramedidas firmes y proporcionadas”.
La Comisión Europea también emitió un comunicado en contra de estas medidas, señalando:
“La UE no ve justificación para la imposición de aranceles sobre sus exportaciones. Responderemos para proteger los intereses de las empresas, trabajadores y consumidores europeos ante medidas injustificadas”.
Además, añadieron: “Al imponer aranceles, EE.UU. estaría gravando a sus propios ciudadanos, aumentando los costos para las empresas y alimentando la inflación”.
Los inversores en el mercado bursátil ahora están evaluando el potencial de una recesión global. El primer ministro australiano, Anthony Albanese, también informó al parlamento que ha solicitado una llamada urgente con Trump para negociar una exención especial de los aranceles.
Australia espera que sus exportaciones de 223,000 toneladas de acero y 83,000 toneladas de aluminio del año pasado puedan influir en la dependencia de EE.UU. en estos productos.
El arancel adicional del 10% de China sobre los vehículos con motores más grandes importados de EE.UU. entró en vigor el lunes. Aunque las exportaciones son pequeñas en comparación con la producción total de automóviles, la situación está generando temores entre los inversores en diversos sectores de inversión.