Esta noche, el mercado está a la espera del anuncio del PIB real trimestral anualizado preliminar de Estados Unidos para el 1er trimestre de 2022. Dado que el dato del cuarto trimestre de 2021 fue del 6,90%, la previsión del consenso de los analistas del 1,00% es una gran decepción para el mercado.
Según una encuesta de previsión realizada por Refinitiv, la tasa de crecimiento trimestral del PIB estadounidense sólo podría alcanzar el 1% en el primer trimestre de este año. Sin embargo, según el modelo GDPNow de la Fed de Atlanta, se espera que el PIB estadounidense aumente un 1,3% en el primer trimestre de 2022. ¿A qué se debe este descenso tan pronunciado de la tasa de crecimiento de la economía estadounidense? Y, ¿cuál es el futuro de la economía estadounidense?
La elevada inflación sigue pesando sobre la economía estadounidense
En general, el mercado espera un fuerte descenso de la economía estadounidense durante el primer trimestre; la razón principal es que las empresas estadounidenses reponen en el cuarto trimestre de 2021 las existencias agotadas para satisfacer la fuerte demanda de bienes, lo que impulsa un rápido crecimiento económico. Sin embargo, el impacto de la disminución gradual de las existencias durante el primer trimestre, junto con el aumento de las infecciones por COVID-19 en Estados Unidos a principios de este año, obstaculizó el crecimiento económico. Para frenar la propagación de la pandemia, Estados Unidos restableció algunas restricciones, lo que provocó una ralentización de algunas actividades económicas.
Aunque el gasto de los consumidores en Estados Unidos aumentó más de lo previsto en enero, la guerra entre Rusia y Ucrania provocó un fuerte aumento de los precios mundiales de las materias primas y los alimentos, perjudicando a las cadenas de suministro. Estos factores combinados provocaron un aumento de la inflación con un incremento mínimo del gasto de los consumidores en Estados Unidos en febrero. Además, el mayor gasto en servicios se vio compensado por el menor consumo de otros bienes ante el aumento de los costes de producción.
(Fuente: TradingEconomics)
En el primer trimestre de 2022, el índice de precios al consumo de EE.UU. subió, ya que los precios de los distintos bienes aumentaron en distintos grados. De enero a marzo, el dato del IPC pasó del 7% al 8,5%, el nivel de inflación más alto visto en Estados Unidos en 40 años. De ahí que el fuerte descenso de las previsiones del PIB del primer trimestre refleje también el lastre que supone para el crecimiento la elevada inflación.
El crecimiento del PIB en los próximos meses puede seguir siendo bajo, ya que es posible que la inflación en Estados Unidos no haya tocado aún techo. Según los últimos resultados de la encuesta de la Asociación Americana de Economía Empresarial, la proporción de empresas estadounidenses que han subido los salarios en el primer trimestre ha alcanzado un récord del 70%. En consecuencia, las empresas repercutirán el aumento de los costes a los consumidores en el futuro, haciendo que los precios suban mucho más.
En cuanto a los precios del petróleo, el mercado experimentó un repunte en el primer trimestre de 2022 debido a la preocupación del mercado por la escasez de suministros de petróleo agravada por la guerra ruso-ucraniana. Los precios del petróleo superaron los 130 dólares, lo que supuso un importante golpe para la economía estadounidense. Sin embargo, con la liberación de reservas de crudo por parte del gobierno estadounidense y el reciente aumento de la producción de petróleo por parte de Estados Unidos y la OPEP, los precios del petróleo han experimentado una fuerte corrección. Además, con la subida de los tipos de interés por parte de la Fed, el tipo de cambio del dólar se fortalecerá en el futuro. El descenso de la demanda de crudo puede provocar una nueva corrección de los precios del petróleo, y si éstos siguen retrocediendo, será una fantástica noticia para la economía estadounidense. Sin embargo, hay que prestar mucha atención a las sanciones impuestas por los países europeos al crudo ruso. Existe la posibilidad real de que la exclusión del crudo ruso de los mercados internacionales haga que los precios del petróleo vuelvan a subir.
¿Cuáles son las perspectivas de la economía estadounidense?
Goldman Sachs ha vuelto a rebajar sus previsiones de crecimiento en EE.UU. para 2022, por lo que el mercado espera un fuerte descenso de la economía estadounidense en el primer trimestre. Además, los economistas encabezados por el economista jefe de Goldman Sachs, Jan Hatzius, rebajaron la previsión de crecimiento del PIB real de EE.UU. para 2022 del 2,0% al 1,75%, al tiempo que calificaron de un 35% las posibilidades de que la economía estadounidense caiga en recesión en los próximos dos años. Las opiniones bajistas no sólo las comparte Goldman Sachs, sino que muchos otros bancos e inversores han advertido de que una fuerte subida de los tipos de interés podría desencadenar una recesión. Por ejemplo, el prestamista estadounidense de hipotecas para viviendas Fannie Mae espera una “recesión leve” en la economía estadounidense en la segunda mitad de 2023. Por el contrario, algunas voces contrarias creen que no se producirá una recesión, afirmando que la demanda económica estadounidense sigue siendo fuerte y puede adaptarse a una política monetaria más estricta.
Sin embargo, la economía estadounidense encontrará inevitablemente muchas dificultades para lograr un “aterrizaje suave” de la economía en la segunda mitad de 2022. La economía se enfrentará a varias pruebas, como las subidas de los tipos de interés que aumentan la presión sobre los distintos costes de la deuda, la inflación que erosiona gradualmente la renta disponible de los consumidores, la baja confianza de los consumidores, las tensiones geopolíticas que siguen presionando al alza los precios, etc. En consecuencia, la Reserva Federal tendrá que resolver la serie de problemas existentes mencionados, al tiempo que reduce la inflación, mantiene una tasa de empleo estable y aleja a la economía del riesgo de recesión.